Abrigos rupestres del barranco de la Valltorta.
Para visitar los abrigos del barranco de la Valltorta es necesario ir al museo del mismo
nombre en el término municipal de Tirig. Desde ese lugar se organizan salidas a lo largo del día a los abrigos
de Mas d'En Josep, la cova dels Caballs, la cova del Civil. Se pueden pedir visitar otros abrigos pero hay que
avisar previamente.
Sabemos que la comunidad valenciana y todo el arco peninsular mediterráneo es un claro exponente
de un tipo de arte que llamamos arte levantino que, desde un punto de vista temporal se extendió entre el
8.000 a.C. y la Edad del Bronce. Se trata de un arte en el que la representación de animales es muy habitual, pero
uno de los aspectos que lo hace diferente es que la representación humana toma el lugar central en la mayor
parte de las representaciones.
El barranco de la Valltorta, cuyo aspecto debió ser bastante diferente al que podemos observar
en la actualidad y que ha sido fruto del cambio del entorno por la acción humana a través de los siglos, albergó
hace miles de años comunidades humanas y gran cantidad de animales. Esas comunidades quisieron dejar reflejado
en las paredes del barranco en los más de 20 abrigos que hemos descubierto su modo de vida.
En los abrigos de Mas d'En Josep y dels Cavalls, que son los que he visitado, aparecen escenas
de caza con arqueros, ciervos machos y hembras, cervatos y jabalíes entre otros. Además de representaciones
abstractas cuyo significado se nos escapa. Hay que tener en cuenta que cada lugar en los que los hombres antiguos
decidían plasmar su arte aparecen diversas pinturas que se extienden en el tiempo, y que para cada
momento el arte levantino, tenía unas características propias que lo distinguían de los momentos anteriores
y posteriores.
En el abrigo de Mas d'En Josep hay que destacar una escena de caza en la que aparece un cazador
corriendo por encima de un jabalí herido. Existen otras representaciones en el abrigo como un cazador persiguiendo
a dos ciervos macho, y delante del anterior jabalí se encuentra la representación de un hombre que parece
que está recolectando algo, porque se le ve subiendo cargado con una especie de bolso en la espalda.
En la Cova dels Caballs se encuentra una escena que en el momento de su descubrimiento debió
ser simplemente espectacular. En ella vemos a varios arqueros atacando a una manada de ciervos formada por un
macho, varias hembras y algunos cervatillos, éstos últimos se distinguen porque tienen el cuerpo punteado.
Desafortunadamente el descubrimiento de estos abrigos en muchas ocasiones ha provocado su expolio y su
deterioro, bien por las gentes del lugar, bien por los propios descubridores que, en ocasiones, una vez
estudiados procedían a su deterioro intencionado para llevarse de manera exclusiva la gloria del descubrimiento.
Aún así merece mucho la pena a la Cova dels Caballs.
Quiero destacar desde aquí el buen trabajo realizado por las personas que llevan el museo
en la visita a los diferentes abrigos.
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